Las leyendas mayas como todas las leyendas y mitos en las diversas culturas son un retrato de la cultura popular. Contienen aspectos mágicos o sobrenaturales que las distinguen. Resaltan temas como su cosmovisión, sus creencias y deidades. Pero como son relatos tradicionales que pasan de boca en boca se han transformado con el paso del tiempo, y más aún con la influencia religiosa y social de los conquistadores.
La mitología maya es fascinante. Las historias que se presentan a continuación son increíbles y rescatan de la memoria a algunas leyendas que duraron siglos.
El enano de Uxmal
Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo vivía en una ciudad maya una anciana mujer que trabajaba en el oráculo de la ciudad. Como no podía tener hijos, pidió al Dios Chic Chan que buscara el cascarón de una tortuga gigante. Unos meses más tarde nació un enanito color verde con el pelo rojo.
Un día el enanito decidió fabricar una jícara muy grande, que le serviría como especie de sonaja. La profecía decía que aquel que tocara un instrumento similar, cuyo sonido fuera escuchado en el Mayab, sería convertido en el nuevo rey. Sin embargo, el rey que ocupaba el trono se enfureció y retó al enanito a someterse a un duelo.
El rey le puso tres pruebas. En la primera, le pidió al enano que le dijera el número total de árboles en su palacio. El enano acertó: cien mil y dos veces setenta y tres. La segunda prueba consistió en traerle un guajolote macho para que pusiera huevos. Al día siguiente, el enano le trajo a un hombre con apariencia de estar embarazado, para probar que era imposible hacer lo mismo con el guajolote. Los jueces lo dieron por ganador de la prueba. En la tercera prueba, a Saiya se le colocaría una especie de nuez dura sobre la cabeza y ésta sería quebrada con una punta de lanza. No sólo acertó a la prueba, sino que el enano le pidió que el rey se sometiese al mismo experimento. El rey por soberbia no sobrevivió. Y así, el enanito fue proclamado rey.
Cuando el enano fue rey pudo construir el famoso templo “la casa del gobernador” y una casa para su madre que llamó “la casa de la anciana madre”. Ambas construcciones se pueden apreciar en Uxmal.
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